A continuación una serie de apuntes de El país de los juguetes de Giorgio Agamben desde The Legend of Zelda: Majora’s Mask.
- Sincronía.
El juego está marcado por el inevitable curso sincrónico del tiempo. Hay una temporalidad límite para todo, evidente en el reloj ficcional que hace parte visual de la interfaz del usuario.
2. Diacronía
Toda la presencia y devenir de Link en el mundo de Termina (donde se desarrolla el juego) es completamente diacrónico. Solo puede resolver la situación universal al dominar la totalidad del tiempo, lo que hace, en sí, desde una postura que lo lleva a otro tiempo de otro mundo. Todo lo que hace, se vuelve parte de un gran tiempo que rompe las dinámicas inevitables de la sincronía.
3. Larvas
Agamben explica la forma en la que las larvas son los seres que se niegan a cumplir el curso de la muerte, por lo que, en otras palabras, se resisten al inevitable curso del tiempo. Habla también de las máscaras como una forma de catalizarlas y, con ello, restablecer el curso del tiempo desde la imagen. La mayoría de máscaras de Majora’s Mask catalizan un sentimiento que estaba capturado en un ser y que, a pesar del inclemente curso del tiempo, se niega a dar una resolución, por lo que para poder readaptarse al tiempo es necesario que la pena se traslade a la máscara. Esto es especialmente notorio en las tres máscaras principales que responden cada una a un ser que se niega a morir por una razón determinada que transfiere a la máscara para poder cambiar de plano y, en consecuencia, la transfieren también a su portador.
4. Niños
Otros seres fuera de tiempo para Agamben son los niños, que se insertan en el tiempo a partir del ritual. Kafei, considerado la contraparte de Link en Termina (pues este último pertenece a Hyrule y todos los personajes tienen un doble en este lugar), sufre una maldición que lo condena a ser niño de nuevo y eternamente, lo que impide que lleve a cabo una serie de rituales que derivan en su matrimonio, que es un ritual en sí. Por otra parte, el Link con el que el jugador viaja a Termina es también un niño.
5. Ritual
Toda la sincronía del juego, es decir su reloj interno, gira en torno al ritual anual del Carnaval de la Luna.
6.
Toda la problemática del juego y la inminente destrucción del mundo de Termina se desata porque Skullkid (también un niño) se queda sin amigos para jugar. Cuando finalmente Link se libera de la sincronía del contador para la destrucción, debe ir a la luna y jugar con una serie de niños, precisamente, para restablecer el tiempo.